Buscar este blog

sábado, 12 de mayo de 2012

LA ESPERA

Ejercicio dramatúrgico de coralidad contemporánea

Personajes coreutas
Asesino: Un hombre gordo y velludo que suda mucho
Tía: una mujer alta y elegante
Enfermo: un tipo joven, calvo y pálido
Monja: una mujer joven, y reservada, bonita, de estatura baja
Desplazada: una mujer negra, de pelo corto
Sacerdote: un hombre con bigote

Corifeo
Niño: un niño de 7 años

ESCENA
1.
(Están todos en diferentes lugares de una funeraria pequeña, algunos están sentados en el suelo, otros en sillas y uno que otro permanece parado)

ASESINO. Es tarde
NIÑO. Tengo hambre (Bosteza)
TÍA. Yo también
DESPLAZADA. Es tarde
ENFERMO. Tengo hambre (Bosteza)
MONJA. Tengo hambre (Bosteza)
SACERDOTE. Dios te salve María llena eres de gracia
TÍA. Porque eres muy graciosa (Silencio)
SACERDOTE. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino
DESPLAZADA. Pero venga con comida (Silencio)
NIÑO. Tengo hambre (Bosteza)
SACERDOTE. Danos hoy nuestro pan de cada día
MONJA. Con huevo y arroz (Ella se ríe, todos la miran)
SACERDOTE. Perdona nuestras ofensas como también nosotros personamos a los que nos ofenden
DESPLAZADA. Es tarde
SACERDOTE. No nos dejes caer en la tentación y…
NIÑO. Tengo hambre (Pausa)
ASESINO. Yo…
MONJA. No quiero…
ENFERMO. Esperar más… (Silencio)
TÍA. ¿Qué día es hoy?
MONJA. ¿Otra vez?
ASESINO. Es el mismo día
DESPLAZADA. ¿El mismo qué?
NIÑO. Tengo hambre (Bosteza. Silencio)
ASESINO. ¿Qué?
TÍA. Cuándo
ENFERMO. Dónde
MONJA. Cómo
DESPLAZADA. Dame
NIÑO. Tengo hambre (Silencio)
SACERDOTE. (Fuerte)  ¡No más! (Todos lo callan con un shhh. Silencio)
ENFERMO. Nada
TÍA. Nada
DESPLAZADA. Nada
MONJA. Nada
ASESINO. Nada
SACERDOTE. Nada
NIÑO. Tengo hambre
SACERDOTE. (Fuerte)  ¡No más! (Todos lo callan con un shhh. Silencio)

(El niño comienza a tararear una canción, poco a poco los demás personajes siguen la melodía en voz baja, de pronto él para y los demás continúan, habla sobre la melodía)

NIÑO. ¿Entonces no voy a crecer? ¿No me van a hacer más falta mis papás? ¿No me voy a enamorar? ¿Qué es eso? ¿Por qué no puedo ver películas después de las nueve? ¿Nunca me voy a dormir tarde? ¿No voy a volver a jugar? ¿Y mis amigos por qué no están aquí? ¿Por qué son todos grandes? ¿Cuánto tiempo más tenemos que estar aquí? ¿Alguien quiere regañarme? ¿A dónde vamos? ¿Por qué hay tantos cajones? ¿Hay gente adentro? ¿Están vacíos? ¿Es por la guerra? ¿Es porque Dios quiere? ¿Nos obligan? ¿Podemos salir? ¿Es por el hambre? tengo hambre.

DESPLAZADA. Es tarde

NIÑO. No soy bueno para las matemáticas, la profesora dice que no soy bueno para las matemáticas, pero yo no soy bueno para nada ¿Voy a tener tiempo de aprender? ¿A dónde vamos? ¿Nos vamos a demorar? ¿Por qué no viene el señor de la funeraria? ¿Dónde está el señor de la funeraria? ¿Nos vamos a morir? (Todos lo callan con un shhhh)

MONJA. No se habla
DESPLAZADA. No se dice
TIA. No se piensa
ENFERMO. Se espera
ASESINO. Se desea
NIÑO. ¿Dónde está el señor de la funeraria?
SACERDOTE. Gloria al padre al hijo y al espíritu santo
ASESINO. El señor de la funeraria se llama Caronte
NIÑO. ¿Nos vamos a morir?
ENFERMO. Yo sí, estoy enfermo, que venga Caronte
NIÑO. ¿Nos vamos a morir?
DESPLAZADA. Yo ya no tengo nada, ni a nadie, me quiero morir ¿Dónde está  Caronte?
NIÑO. Tengo hambre
ASESINO. Yo me lo merezco, muchos han muerto por mi culpa
DESPLAZADA. ¿Qué pasa que no llega?
NIÑO. ¿El señor de la funeraria?
MONJA. Caronte
NIÑO. ¿Va a traer comida?
SACERDOTE. Creo en Dios padre todo poderoso creador del cielo y de la tierra
TIA. Yo soy voluntaria
MONJA. Yo quiero estar a los pies del señor
NIÑO. ¿Y dónde está el señor de la funeraria?

(Todos, menos el niño, comienzan a buscar a Caronte dentro de los ataúdes, afuera, en todas partes)

DESPLAZADA. Caronte
NIÑO. Vámonos
ASESINO. Caronte
NIÑO. No nos muramos
TIA. Caronte
NIÑO. ¿Sus papás no se enojan?
ENFERMO. Caronte
NIÑO. ¿No tienen papás?
SACERDOTE. Caronte
NIÑO. ¿Nadie más tiene hambre?
MONJA. Caronte
NIÑO. ¿Nos vamos a morir?
DESPLAZADA. Caronte
NIÑO. Vámonos antes de que llegue
TIA. Caronte
NIÑO. Juguemos
DESPLAZADA. Caronte
NIÑO. ¿Alguien me quiere regañar?
MONJA. Caronte
NIÑO. Tengo hambre
ASESINO. Caronte
NIÑO. ¿Y si no viene?
ENFERMO. Caronte

NIÑO. Caronte (Silencio. La monja comienza a cantar nuevamente la melodía en voz baja, el niño habla sobre la voz que canta, cada que alguien habla lo hace sobre el mismo colchón melódico) Yo no me quiero morir

TIA. Todos nos tenemos que morir
ASESINO. Escoger los ataúdes
TIA. La mejor pinta
TÍA. Una velación digna
DESPLAZADA. Preparamos todo para Caronte
TÍA. Él nos dará el mejor cajón
MONJA. El más digno
TÍA. El más bonito
ENFERMO. El más cómodo
ASESINO. ¿Qué pasa que no llega?
NIÑO. Yo quiero crecer
DESPLAZADA. No tienes futuro
NIÑO. Casi no tengo pasado
SACERDOTE. (Es el único que ha estado atento a la única salida que hay) Ya viene (Todos ansiosos menos el niño)
TIA. Ya viene
ENFERMO. Caronte
DESPLAZADA. Ya viene
TIA. Caronte
NIÑO. La muerte
ASESINO. (Abraza un cajón) Este es mi cajón
MONJA. (Se sienta en un cajón) Este es el mío
NIÑO. Es tarde
TIA. (Toca un cajón) ya tengo el mío
ENFERMO. (Se mete en un cajón) me gusta este
NIÑO. Los van a regañar
ENFERMO. Se siente cómodo
DESPLAZADA. (Se mete en un cajón) yo me conformo con este
SACERDOTE. Ya viene (Se mete en un cajón. Los demás que no han entrado se meten también en que eligieron) rápido niño
NIÑO. No me quiero morir
TIA. No hay que querer morirse, sólo hay que morirse
ENFERMO. Hay que prepararse
ASESINO. Escoger los ataúdes
TIA. La mejor pinta
MONJA. Una velación digna
DESPLAZADA. Ya viene Caronte
SACERDOTE. Que Dios nos coja confesados (Todos comienzan a cantar la canción que antes el niño cantó, todos menos él que se queda mirando la puerta, esperando a Caronte) Rápido niño
NIÑO. No quiero
SACERDOTE. No sabes nada de la vida (Sale rápidamente de su cajón, toma al niño a la fuerza y lo mete en un cajón, lo cierra y regresa a su cajón)  

Llega Caronte montado en una moto Pulsar 220 sport. Es un hombre delgado, de estatura promedio, está vestido de pantalón a cuadros y camisa oscura por dentro, lleva una chaqueta de cuero ceñida al cuerpo. Se baja de la moto. Todos los otros personajes están dentro de los cajones, hablan palabras que no se entienden y que reclaman la demora de CARONTE, de pronto él levanta un cajón y se escucha lo que viene hablando alguien, lo cierra pero el personaje sigue hablando, entonces abre otro y otro, esta dinámica se repite con todos, cada que abre se escuchan las siguientes frases y en el siguiente orden:

TÍA. …esperar toda la vida, yo tenía muchas cosas por hacer pero como uno no…
DESPLAZADA. …nos sacaron a las malas, violaron a mi hijo menor, mataron a…
ENFERMO. … peor el sufrimiento de mi familia que el mío propio, ¿O cree que es muy fácil ver cómo se le cae a uno el pelo, la esperanza, el…
SACERDOTE. … por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa…
ASESINO. … te meto un tiro en la cabeza maricón, yo ya perdí el respeto por la vida, yo no necesito que me dejen…
MONJA. … pido por favor, hágalo por mí, yo me no lo merezco pero puedo hacer un sacri…
(Abre el ataúd donde está en niño, pero éste es el único que no está hablando. CARONTE lo deja abierto, se miran a los ojos durante varios segundos, de fondo siguen las voces inentendibles de los demás)

CARONTE. ¿Qué quieres?
NIÑO. ¿Usted es el señor de la funeraria?
CARONTE. ¿Qué quieres?
NIÑO. Estoy cansado
CARONTE. Pero sólo eres un niño
NIÑO.Tengo hambre
CARONTE. Esto es una funeraria no un restaurante
TÍA. (Abre el cajón y habla) es el infierno, hace un calor terrible, yo me quiero llevar este, es el que más me gusta, me siento cómoda, a la moda, todos van a decir “Qué cajón más lindo ¿Dónde lo compraste?” 

(Caronte cierra el cajón, coge unos clavos y comienza a clavar, ella sigue hablando hasta volverse imperceptible)

NIÑO. No haga eso señor
CARONTE. ¿Dónde está tu mamá?
NIÑO. En el cielo
ENFERMO. (Abre el cajón y habla) yo soy una buena persona, voy directo al cielo, no pienso parar a descansar, ni el purgatorio, ni en el limbo, ya estoy pagando todo en vida, ya escogí mi cajón, yo me merezco… (Caronte cierra el cajón, coge unos clavos y comienza a clavar, él sigue hablando hasta volverse imperceptible)

NIÑO. Se van a ahogar
CARONTE. Ya están ahogados
NIÑO. ¿Se demora mucho?
CARONTE. No
NIÑO. ¿Por qué no les da los cajones y ya?
DESPLAZADA. (Abre el cajón y habla) ¿Por qué yo no tengo el mismo derecho que todos? ¿Por pobre? ¿Acaso escogí nacer en una finca, que acribillaran y torturaran a mis… (Caronte cierra el cajón, coge unos clavos y comienza a clavar, ella sigue hablando hasta volverse imperceptible)

ASESINO. (Abre el cajón y habla) cómo no va a ser más fácil ser víctima que verdugo, a mi no me importa podrirme en el infierno, a mi lo único que me importa… (Caronte  cierra el cajón, coge unos clavos y comienza a clavar, él sigue hablando hasta volverse imperceptible)

CARONTE. Vete
NIÑO. No sé a dónde ir
CARONTE. Es tarde
NIÑO. Déjelos salir
CARONTE. No
MONJA y SACERDOTE. (Abren cada uno su cajón y hablan al tiempo) A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, ea pues (Caronte cierra el cajón de la monja, coge unos clavos y comienza a clavar, ella sigue hablando hasta volverse imperceptible)

SACERDOTE. Señora abogada nuestra, ruega por nosotros tus hijos misericordiosos… (Caronte  cierra el cajón, coge unos clavos y comienza a clavar, él sigue hablando hasta volverse imperceptible)
NIÑO. (Se pone a llorar ingenuamente y asustado por lo que está pasando) yo no me quiero morir

CARONTE. Casi nadie se quiere morir, yo tampoco, pero todos tenemos que hacerlo. Es bueno que lo vayas aprendiendo. No me mires así, no me tengas miedo, yo no soy la muerte, simplemente soy un vendedor de cajones para la muerte. Durante muchos años me ha tocado ver las lágrimas de la gente, no me culpes niño, no soy insensible, es sólo que uno se acostumbra, la gente se acostumbra a todo, a mí me tocó ver la muerte a los ojos desde niño. Estaba como tú cuando me tocó asistir a mi primer velorio, fue el de mi papá, yo no sé si él está en el cielo, ni siquiera sé si el cielo existe, ni siquiera me acuerdo de él. Qué más da. No tengas miedo niño, yo no tengo miedo, se me olvidó lo que es eso, tanto dolor cada semana, cada viernes y cada domingo, tanto temor ajeno cada martes y cada miércoles, tantos gritos que no me pertenecen, cada festivo, cada noche, cada día de mi vida viendo, viviendo el sufrimiento de los demás ¿Y el mío qué? ¿Quién ve mi sufrimiento? Todo eso se queda encerrado aquí (Pausa)
¿A quién le toca dormir con esto? A mí niño, a mí. Soy yo el que escucha el llanto de la gente, el miedo de la gente. No soy un insensible, yo también lloro, yo me masturbo, yo veo televisión como todo el mundo, yo sueño, soy feliz cuando voy en mi moto y siento el viento que me pega en la cara, eso me hace sentir vivo, no me culpes niño, simplemente me acostumbré. Yo no soy la muerte, solo soy un vendedor de cajones. (Pausa)
Siempre he querido enamorarme, pero no puedo, nadie quiere estar con un funerario, he soñado muchas veces con viajar, pero no puedo, mientras allá muertos el negocio no se cierra. Y estamos en una época con mucho trabajo, la gente se sigue matando, se enferma, se le acaban las ganas de vivir, no sé qué está pasando. Deberían comprarse una moto. No me culpes niño. Hoy en día la gente se quiere morir antes de que la muerte venga por ellos. Míralos, están ahí, soñando con no estar ahí, pero están ahí metidos, yo les estoy haciendo un favor, no me culpes, agradéceme.

NIÑO. Pero usted los puede convencer
CARONTE. No vale la pena
NIÑO. Usted no tiene miedo, ellos sí
CARONTE. Se quieren morir
NIÑO. Los quiere matar
CARONTE. No soy un asesino
NIÑO. Es el dueño de los cajones
CARONTE. Sólo son cajones
NIÑO. Pero uno no puede vivir en un cajón
CARONTE. Porque son para cuando uno se muera
NIÑO. No se los de
CARONTE. Me los compran
NIÑO.  No se los venda
CARONTE. ¿Y de qué vivo?
NIÑO. De la vida
CARONTE. Tú no sabes lo que es la vida
NIÑO. Pero quiero aprender
CARONTE. Tú eres un niño
NIÑO. Yo sé
CARONTE. No es lo mismo
NIÑO. Ellos no tienen la culpa
CARONTE. Yo tampoco
NIÑO. Convénzalos
CARONTE. ¿Qué gano con eso?
NIÑO. Que se acabe
CARONTE. ¿La espera?
NIÑO. El miedo
CARONTE. Nunca se acaba
(El niño comienza a sacar los clavos del cajón del Asesino con el martillo que CARONTE dejó puesto encima de alguno de los ataúdes)
CARONTE. ¿Qué haces?
NIÑO. Tengo miedo
CARONTE. Deja eso
NIÑO. No quiero
CARONTE. Te voy a dar una pela
NIÑO. Usted no es mi papá
CARONTE. No me hagas enojar
NIÑO. Usted no es malo
CARONTE. Soy peor de lo que te imaginas, deja eso
NIÑO. No
CARONTE. O lo dejas o te pego
NIÑO. Pégueme entonces
CARONTE. Te lo advertí culicagao (Se deja ir hacia el niño como para darle un golpe, en ese momento sale el Asesino del cajón y lo detiene)

ASESINO. ¿Qué cree que está haciendo? ¿No ve que es un niño?
CARONTE. Mira quién habla
ASESINO. Usted no es CARONTE
NIÑO. Tengo hambre
CARONTE. Claro que soy CARONTE
ASESINO. ¿Y qué es esto? (Le muestra una hoja de papel membreteado. Mientras tanto el niño está abriendo el cajón de la desplazada)
CARONTE. Es mío, démelo
ASESINO. Mentiroso
CARONTE. No se atreva
ASESINO. (Amenazante) ¿Qué va a hacer?
CARONTE. Démelo
ASESINO. Usted me da asco
CARONTE. Le doy el cajón que quiera
ASESINO. Ya no me interesa
DESPLAZADA. ¿Por qué me abrieron?
ASESINO. Él no es CARONTE
DESPLAZADA. ¿Qué? (El niño comienza a abrir el cajón de la Tía)
CARONTE. Es un complot
ASESINO. Aquí dice que esta funeraria será liquidada
DESPLAZADA. ¿Liquidada?
ASESINO. Van a construir una escuela. Es un falso
DESPLAZADA. Mentiroso
CARONTE. Pero los cajones…
DESPLAZADA. ¿Nos piensa liquidar?
ASESINO. A todos
DESPLAZADA. No somos objetos
ASESINO.  Somos personas
DESPLAZADA. Unos menos que otros
ASESINO. Pero somos personas
TÍA. ¿Qué pasa?
DESPLAZADA. Es un mentiroso (El asesino le entrega la hoja a la Tía. Mientras tanto el niño abre el cajón de la monja)
CARONTE. Yo soy la muerte
NIÑO. A mí me dijo otra cosa
TÍA. ¿Liquidar?
DESPLAZADA. Van a hacer una escuela
TÍA. ¿Para quién?
DESPLAZADA. Para los ricos, seguro
TÍA. Nos quiere liquidar. Atrevido
CARONTE. Pero son ustedes los que se quieren morir
ASESINO. No es lo mismo
CARONTE. Mira quién habla
TÍA. Yo confié en usted
DESPLAZADA. Yo también
ASESINO. Mentiroso hijueputa
CARONTE. Ustedes no saben quién soy yo
ASESINO. Hay que matarlo
MONJA. ¿Qué pasa?
TÍA. Es un mentiroso (Le entrega la hoja a la Monja. Mientras tanto el niño abre el cajón del enfermo)
CARONTE. Yo no le tengo miedo a la muerte
ASESINO. Mejor
DESPLAZADA. ¿Y ahora qué hacemos?
TÍA. Me siento engañada
CARONTE. De todas maneras se van a morir
TÍA. No merecemos ser liquidados
MONJA. ¿Liquidados?
CARONTE. Es lo mismo
TODOS. No
TÍA. Sería una muerte ilegal
ASESINO. Va a hacer una escuela
MONJA. Virgen santa
CARONTE. Pueden usar los cajones, se los regalo
ASESINO. Mentira
MONJA. Es muy tarde
ASESINO. Hay que matarlo
ENFERMO. ¿Qué está pasando?
MONJA. Es un ilegal (Le entrega la hoja al enfermo. Mientras tanto el niño abre el cajón del sacerdote)
DESPLAZADA. Un mentiroso
ASESINO. Hay que matarlo
NIÑO. No le tiene miedo a la muerte
CARONTE. Yo soy CARONTE
TODOS. Mentira
MONJA. Dios lo perdone
ENFERMO. ¿Nos quiere liquidar?
MONJA. Van a hacer una escuela
DESPLAZADA. De ricos
ENFERMO. Lo dice claramente
TÍA. Qué decepción
DESPLAZADA. ¿Me puedo llevar el cajón?
TODOS. No
CARONTE. (Asustado) Se los regalo
TÍA. Descarado
ASESINO. No nos interesa
TÍA. Esto es una ofensa
DESPLAZADA. Estoy cansada de limosnas
MONJA. Dios lo perdone
SACERDOTE. ¿Estamos muertos?
TODOS. No
SACERDOTE. ¿Qué está pasando?
ENFERMO. Nos engañó (Le entrega la hoja al sacerdote)
MONJA. Es un mentiroso
TÍA. Un ilegal
DESPLAZADA. Estamos en liquidación
ENFERMO. Van a hacer una escuela
DESPLAZADA. De ricos
ASESINO. Hay que matarlo
SACERDOTE. Pero hijos
MONJA. Justicia divina padre
DESPLAZADA. ¿Quién lo mata?
ENFERMO. El asesino
ASESINO. ¿Por qué yo?
TÍA. Por asesino
ASESINO. Que lo haga otro
SACERDOTE. Piénsenlo bien
DESPLAZADA. El cura
SACERDOTE. ¿Y por qué yo?
ENFERMO. Porque usted tiene el perdón de Dios
CARONTE. Negociemos
TODOS. No
SACERDOTE. Que lo haga entonces la monja
MONJA. Pero padre
TÍA. No tiene las agallas
ENFERMO. Yo estoy enfermo, no tengo fuerzas
DESPLAZADA. Yo lo haría pero
TÍA. Usted no, está desplazada
DESPLAZADA. Eso iba a decir
MONJA. ¿Entonces quién?
TÍA. Yo lo hago
MONJA. No sería digno
ENFERMO. No es justo
TÍA. ¿Por qué?
ASESINO. Usted no es nadie
TÍA. Soy una tía
DESPLAZADA. Sin familia no es nadie
TÍA. Mira quién habla
CARONTE. Dejémoslo así, yo me voy
TODOS. No
MONJA. ¿Quién lo mata entonces?
SACERDOTE. ¿Quién?
DESPLAZADA. ¿Quién?
TÍA. ¿Quién?
ASESINO. ¿Quién?
ENFERMO. ¿Quién?

NIÑO. Yo lo mato (Silencio. Todos lo miran atentos. Poco a poco rodean a Caronte que se pierde entre los cuerpos. Él va a comenzar a gritar, el Asesino le tapa la boca con algo, la Tía le amarra las manos con la ayuda de los demás que lo inmovilizan. Comienzan a tararear la misma melodía del inicio. Los diálogos siguientes se dan sobre el colchón melódico)

TÍA. Necesitamos un arma
ASESINO. Un cuchillo
MONJA. Un crucifijo
ENFERMO. Un virus
DESPLAZADA. Una moneda
SACERDOTE. Una oración
NIÑO. La moto (Todos se callan, para la melodía, miran al niño expectantes) se siente vivo en la moto, me lo dijo

(El sacerdote ayuda al niño a montarse en la moto que evidentemente le queda grande, pero esto no impide que el crujido del motor acompañado de una maldad latente que nace del niño, lleven la situación a un clímax patético que se resuelve en el momento en el que el niño pasa la moto por encima de Caronte y lo mata. Cuando esto sucede todos celebran, están felices, satisfechos. Como si fueran animales uno a uno, los coreutas golpean el cuerpo muerto del héroe hasta que comienzan a salir la sangre y los órganos todavía calientes. Mientras los coreutas siguen ensañados contra Caronte, el niño sale al frente con un trozo de algún órgano y se lo come, lo disfruta como si fuera un plato exquisito. Mientras tanto, atrás, los otros personajes meten los restos del cuerpo en uno de los cajones y lo clavan. El asesino y el enfermo, cargan el ataúd con ayuda de la desplazada y la monja. El sacerdote y la tía caminan al frente como en una marcha fúnebre rezando. Todos llevan la boca untada de sangre de Caronte. Salen y queda solo el niño en escena terminando de comer)

NIÑO. (Una vez termina de comer, mirando al público) Recuerdo mi entrada al colegio, mi novia, mi primer problema, mi graduación, mi segunda novia, mi primera vez, mi segundo problema, mi matrimonio, mi segunda vez, cuando me fui de la casa, mi primer trabajo, cuando entré a la universidad, mi tercer problema, mi primera fractura, mi primer divorcio, mi segunda graduación, el cambio de ciudad, mi segundo trabajo, mi segunda fractura, mi tercera vez, mi cuarta vez, recuerdo a mis hijos, mi tercer trabajo, el único ascenso, mi primer viaje, mi cuarto problema, mi primera operación, las preocupaciones, mi tercer amor, mi quinta vez, mi sexta vez, mi primer hijo, mi único carro, mi segundo hijo, mi quinto problema, recuerdo  mis nietos, mi jubilación, mi próstata enferma, mi segunda operación, la muerte de mis padres, el primer dolor, el segundo, el quinto, mi décima vez, ya perdí la cuenta, perdí la memoria, estoy viejo, solo, pensionado, liquidado, en un asilo, me olvidaron mis hijos, me olvidé de mí mismo, tengo el colon inflamado, ya no puedo leer, no recuerdo nada, tengo hambre, me quiero morir (Se apaga la luz)

Fin.